2.11.06
Cuando esos dos demonios se aparecieron ante mí...bueno, sabía que habría tenido que esconderme. Pero maldita sea, hacía tanto que no me mandaban nada que me había confiado.
Kaori
se reencarnó a las
10:39 p. m.
Algo sencillito, recolectar algún alma, seducir a alguien para aumentar nuestras filas.
¡¿Pero una misión de rango S?! Ni hablar.
Intenté escaparme...dos veces. Y dos veces me atraparon. Me llavaron a rastras hasta una sala oscura (qué digo, si todo aquí es oscuro) y me advirtieron que como volviera a escaparme, me ascenderían a general y me enviarían a atacar a los Godels...con un ejército de un demonio: yo solo.
Así que esperé. Y esperé. Y...¡malditos impuntuales! ¡Inmortal no significa incansable!
Cuando llegó Axel, supe que la cosa no iba bien. Axel, un crío, y mejor guerrero cuerpo a cuerpo de lo que yo lo he sido nunca...suerte que aún me queda la magia.
La misión quedó explicada segundos después: Era la más...importante. Las tres gemelas malditas. Reunirlas, traer el Apocalipsis.
¿Por qué yo? Hay tipos mil veces más competentes ahí.
Me habría tirado de rodillas a los pies del que nos dio la misión, suplicando...pero mi orgullo me pudo. Ese chiquillo, que ni siquiera se ha ganado aún su apariencia de demonio...me retó. Lo hace constantemente, y simplemente...no puedo dejarle ganar.
Maldito ego.
Sólo quedaba una cosa por hacer...
Empezar ya.
Hoy era el día de inicio, es decir, el cumpleaños de las tres gemelas.
Hice aparecer un espejo y me observé en él. Pelo anormalmente morado, alas, cola, estas...orejas.
No, no hay manera de que me confundan con un humano; no puedo disfrazarme siempre.
Entonces; lleguemos a lo grande.
Elegí a la niña humana. Los humanos, débiles de mente, ambiciosos, avariciosos, egoístas...
Tras escucharme unos minutos, me acopañaría a encontrar a las otras tres encantada. Seguro.
...
Aunque era de noche, di un respingo de horror. Una...mesita...rosa...o bueno, algo como rosa, una cama a juego...¿Quién me miraba desde esa imagen? Ah...es un adorno. Cantantes.
Y libros, libros, muchos libros en una estantería.
Una chica normal.
Suspiré y me dejé caer sobre la cama.
De un momento a otro entrará, entonces le anunciaré que ha llegado la hora de cumplir su cometido y...hum...es una cama cómoda...mucho mejor que dormir en la oscuridad del infierno y...¿por dónde iba? Supongo que no importa...
Bostecé.
De repente oí un ruido, por la ventana apareció una chica empapada, en bañador que se secaba de espaldas a mi, estaba a apunto de quitarse el bañador cuando se giró y me vió. Yo estaba tumbado en su cama con los ojos entrecerrados, se acercó cubriéndose con una toalla y con un dedo me tocó la mejilla un par de veces.
-¡Que cosa tan mona!- dijo emocionada.
Me levanté de golpe y me froté los ojos, mirando a mi alrededor. ¿Cuánto tiempo llevaba dormido?
Un momento.
-Cosa tan...¿mona?-balbuceé.
-¡¡Wooooooooo pero si hablas y todoooo!!- dijo la cría emocionadíssima con los ojos llenos de brillo.
-¡¡Pues claro que hablo!!-grité-¿Qué te crees que soy, un hamster?
-¿Mitsuki? ¿Ya has vuelto? ¿has traido compañia?- se oyó desde abajo.
-Sí mamá ya he regresado, pero estoy sola.-Gritó la chica-Es mi madre.-Dijo dirigiéndose a mí.
-¡¿Y!?-pregunté hinchando las mejillas, aún ofendido-¡Escúchame!¿quieres?
-¿Quieres que te vea?- dijo poniendo el dedo indicé sobre mi nariz y empujándome hacia atrás.-¿Qué eres? ¿Qué haces aqui?
-¡Deja ya de manosearme, niña!-grité, alejándome de ella-¡Soy un DEMONIO!-intenté pronunciar las palabras lo más tenebrosamente que pude...aunque claro, hace mucho que no practico...
La niña se quedó depié parada mirándome, luego se puso una mano en la boca y... ¡¡empezó a carcajearse delante mio!!
Nunca, en todos mis sigl...digo, veinte años de vida, me había ocurrido algo semejante. Me mordí el labio.
-¡¡¡Soy Phobos, uno de los demonios superiores del clan Hellzarith, y junto con tus dos gemelas, niña elegida, traeré el Apocalipsis a este mundo, invocando a Satanás y...!!!- al mismo tiempo que hablaba, oscurecí el ambiente de la habitación e hice que un denso humo se crease a mi alrededor.
Pena que...me olvidara de mi asma. Comencé a toser como un estúpido, atragantado con mi propio humo.
-Cof, cof...maldito asma, cof...-atiné a decir.
La chica se acercó a mi y con un pai-pai empezó a hacer desaparecer ñla nieble, luego cogió un vaso vacío y hizo que de la ventana apareciera un chorro de agua que llenó el vaso, me lo ofreció mientras decía.
-¿Te encuentras bien?
Bebí a grandes sorbos.
-Ahora sí, muy amable, gracias...-carraspeé-¡Claro que estoy bien! ¡Soy un demonio! ¡Soy inmortal!
-Vaya...- se sentó en la cama, no parecía sorprendida.-¿Y que es lo que has dicho que querias?
Me quedé callado unos segundos.
-No se supone que deberías estar más...¿asustada?-pregunté tímidamente.
-¡Oh! claro perdona...- de repente llenó sus ojos de lágrimas-¡¡por favor señor demonio no me haga daño sólo soy una pobre niña asustada ¡¡no me mate!!- sollozó.
Sonreí, feliz.
-Mucho mejor así. Entonces por dónde iba...ah, sí: ¡El Apocalipsis!
-¿¿Mitsuki va todo bien??- se volvió a oir desde abajo.
La cihca cambió totalmente su tono de voz y dijo alegremente:
-Todo bien mamá, estoy viendo la tele ahora bajo el volumen.- Luego hizo una pausa y dijo mas bajo para que sólo la oyese yo: -Oye no hables tan alto o mi madre subirá y no creo que le haga gracia que un... "demonio" esté en mi habitación.
-...¿Se supone que debería asustarme por tu madre?-pregunté irónico-.Un momento...por qué "demonio" y no demonio, ¿eh?
-Por nada por nada- se apresuró a decir.-Bueno y ¿qué es lo que quieres de mí?
-Que te juntes con tus dos gemelas para así destruir el mundo. Ah, y que localices por mi a nueve ángeles a los que descuartizaré como sacrificio.
La chica comenzó a reir.
-Debes de haberte equivocado de persona me temo.
-Eso que hiciste con el agua...-señalé su ventana-¿Te parece normal?
-Pues no, pero yo no tengo hermanos, soy hija única.
-Eso es lo que crees, ingenua, eso es lo que crees-al fin volvía a tener control de la situación, y eso me alegraba.
-¿Como?- dijo comenzando a prestarme atención.
-Tienes a dos gemelas, una ángel...y una demonia. Aunque ellas todavía no lo saben, claro.
-¿Y yo soy la humana? Vaya rollo... dijo levantándose y dirigiéndose al armario.
-¡Bueno! Y yo desearía ser un...elfo y tener una larga melena rubia y plantar florecillas alegremente. ¿Me quejo? No, acepto lo que me ha tocado-refunfuñé.
-¿Y encima me envian al demoniete cascarrabias para convencerme? Tus jefes no son muy listos ¿no?- dijo la niñata sacando una camiseta de tirantes y un pantalon del armario.-No mires que me voy a cambiar.
-¿Qué quieres decir con eso? ¿Que no vas a aceptar?-pregunté dándome la vuelta.
Segundos despues la chica ya vestida se sentó en la cama y cruzó las piernas.
-¿Por qué iba a aceptar?
-Porque....¡puedes tener todo lo que desees si me ayudas!
-Oye... ya basta de tonterias dime ¿como has entrado aqui? ¿te conozco de algo?
-¡Me he aparecido en tu habitación, y me conoces porque acabo de presentarme!-dije, exasperado.
-¿Phobos no? Que nombre tan feo...- dijo ella poniendo una mueca de asco.
...¡Mi punto débil!
-¿Tú crees?-de prontó me olvidé de mi misión y la miré preocupado-¿Era mejor Deimos? Dudaba entre esos dos y...
-Pues sí, creo que Deimos mola mas...- dijo asintiendo con la cabeza.-Yo me llamo Mitsuki por cierto.
-Maldición-me giré hacia la pared, de pronto deprimido-.Pues ahora no lo puedo cambiar...
-Bueno pero Phobos tampoco esta tan mal ¡eh!- dijo mitsuki poniendo la mano sobre mi hombro y mirándome. -Es un nombre poco común.-Sonrió.
Di un respingo al sentir su mano. Me giré rápidamente y le agarré la muñeca.
-¡Muy bien! Y ahora, ayúdame a buscar a tus gemelas, ¿vale?
-¡Pero yo no tengo gemelas Phobos!
-¡Sí que tienes!
-¡No!
-¡Sí!
-¡No!
Y así durante unos...¿tres minutos? Finalmente ella ganó. Dijó el último "no" y yo ya estaba sin aliento.
-Vamos...-intenté convencerla-.Puedo darte lo que quieras...dinero, fama, un pony...¡lo que sea!
Vamos, nadie puede resistirse a lo del pony.
-Todo eso suena muy bien pero ¿Sabes lo que pasa? Que no necesito nada, mi vida tal y como es esta genial y no necesito, ni un pony, ni ninguna de las cosas que puedes ofrecerme, ademas ¿como se yo que todo lo que dices es cierto?
-¡Vamos, mírame! ¡Tengo alas, cuernos...cola! ¿Qué más pruebas necesitas para saber que es cierto?-lloriqueé a la desesperada.
-¡Qué mono que eres!- dijo cerrando los ojos con fuerza.-Pero mira... es que no tengo hermanas, preguntale a mi madre si quieres, ella está abajo.
-¡No es ese tipo de hermanas! ¡Érais hermanas antes de nacer! Y...si hubiese querido ser mono...en lugar de Phobos hubiera elegido...Terron de Azúcar o algo así...¡¡Soy terrorífico, no mono!!
-¿Hermanas antes de nacer?- Mitsuki me miró y suspiró.-¿Puedes demostrar eso? Si me demuestras que tengo dos hermanas te ayudaré a hacer lo que quieras.
-Yo...eh...mmm...bueno verás...es que aún tengo que encontrarlas...
-Bueno y ¿que es lo que tengo yo que hacer?
-¡Tú puedes sentirlas! ¿Verdad?
-¿Como?- preguntó sorprendida.-¿Crees que si pudiera sentirlas estaría aquí hablando cn un "demonio"? siempre he querido tener hermanas...- agachó la cabeza con tristeza...
-Pero podrías usar tus poderes mágicos y encontrarlas con facilidad-la contradije enarcando una ceja.
-¿Que poderes? Lo unico que puedo hacer es esto.-Dijo chasqueabndo los dedos y haciendo que un chorro de agua me diera en la cara.
-¿Tan sólo?-grité, llevándome las manos a la cabeza a la vez que me sacudía para sacarme todo el agua de encima-¿No has practicado nada?
-¿practicado?
-¡Sí!
-¿Practicado?-volvió a preguntar.
-¡Sí! Digo...no caeré en el juego de antes-gruñí-¿No has practicado nada, verdad?
-Pero practicar... ¿de qué? ¿para qué? ¿cómo?
-¡Tus poderes! ¡Para encontrar a tus hermanas! ¡Para traer el Apocalipsis y ganarte un pony!
-Una pregunta...- dijo acercándose a mi.
-Otra pregunta más, querrás decir-dije entrecerrando los ojos.
-¿Para que quiero yo que traigas el Apocalipsis? Si así me moriré y no podré disfrutar del pony, que por cierto, no quiero.
Uh-Oh.
¡Mi plan perfecto destrozado por su aplastante inteligencia!
Tuve que poner el otro plan, el de emergencia, en marcha. Me tiré al suelo, agarré con fuerza sus rodillas y...
-Porfavorporfavorporfavorporfavorporfavor...
-Esto...- la chica se quedó mirándome si saber que decir.
-¿Sí?-la miré a los ojos.
-¡Que mono eres!- dijo emocionada.-Pero... no puedes pedirme que te ayude a que me mates junto con todo el mundo...
-Bueno, vale. A ti no te mataré. ¿Así está bien?
-Phobos... No te creo...- dijo la chica con una extraña ternura.
-Pero...pero...
-Lo siento...- dijo Mitsuki.
Me resigné. Aparentemente.
-Creo que me he equivocado contigo, humana...-me levanté y me sacudí la ropa-.No importa, ahora...volveré al Infierno. Supongo que seré castigado y...¿por qué te cuento esto?-tragué saliva-.Adiós, Mitsuki.
Me giré muy, muy despacito y caminé hacia la ventana muy, muy despacito también. Para darle tiempo...a pensar.
-¡Espera!
-Oooh...no quiero morir-susurré, y luego me giré, haciéndome el sorprendido-. Dime, rápido...
-Debo de estar loca...-susurró Mitsuki.-Esto... si quieres puedes quedarte aquí, así... a lo mejor los de allá abajo se calman y...- dijo bajando la cabeza con timidez.
-¡Pero qué generosa eres!-exclamé, abrazándola-¡Un gesto que no me esperaba, en absoluto, totalmente impredecible! ¡Muchísimas gracias!
-Esto no significa que vaya a ayudarte ¿entendido?- dijo ella cuando la solté.
-Claaaro que no.
-Bueno pues...- duerme tu en la cama, yo dormiré en el suelo.-Dijo Mitsuki.
Genial...todo ha salido a la perfección. Bueno, de acuerdo, no ha aceptado ayudarme...todavía.
Pero ¡no es mi culpa que sea una chica tan rara! Es decir, ¿qué quiere cualquier niña de diecisiete años? ¡El Apocalipsis y un pony, por supuesto!
Es todo un logro lo que he conseguido con este extraño ejemplar humano; casa y una cama blandita de color cereza.
¿Será buena la comida, me pregunto? ¿Y a qué hora es el desayuno? Le preguntaré más tarde.
//Out// No, no es un post largo. Es un post que compensa el de Nanak. *ve que no cuela y huye*
(Gracias a Maron por rolear conmigo *-*)//Out//
