ж Join ж

Ж Historia Ж

-->Personajes<--

 

 

 

 

  

4.11.06

 

¡Mi cumpleaños! ¡Hoy es un día muy especial!
Mi madre me despertó tan cariñosa como siempre, y me levanté más animada que nunca. Bajé al comedor y encontré a mi padre escondido tras las páginas de un periódico, cuando escuchó mis pasos apresurados se levantó y me cogió en brazos felicitándome y besando en la frente. Realmente me tenían muy mimada, yo me sentía feliz con la familia que tenía, aunque siempre había querido tener hermanos...
Al llegar a clase me senté junto a Hanon, parecía muy contenta, y al terminar la primera clase me obligó a cerrar los ojos y a extender las manos hacia adelante. Sentí sobre ellas caer un gran peso y abrí los ojos exhaltada.
-¡Un oso! ¡Es precioso Hanon!- dije sonriente mirándola.
Hanon: Me alegro que te guste Rosette.- sonrió.
Coloqué al peluche encima de mi pupitre, y abracé fuertemente a Hanon, a pesar de que sólo nos conocíamos de un día, me inspiraba mucha confianza y le había cogido mucho cariño.

Al finalizar las clases, Karen, Rika, Suzume, y toda mi clase al completo, me acompañaron a casa. Mis padres seguramente se habían encargado de prepararme la fiesta que había pensado, y quería disfrutar al máximo de mi cumpleaños.
Las horas pasaron tan rápido que cuando quise darme cuenta ya un enorme manto de estrellas cubrían el cielo.
Hanon: ¡Rosette! Me lo he pasado muy bien en tu fiesta, ha sido muy divertido, todos han sido muy agradables y simpáticos.
-¡Me alegro mucho Hanon! Yo también me he divertido mucho, estoy muy contenta, todo ha salido perfecto.-
Hanon: Bueno, será mejor que me marche ya, todos han ayudado a recogerlo todo, y tu permíteme que te diga que tienes una madre increíble. Toda la comida ha estado para chuparse los dedos, todos lo han comentado, y tu padre también muy gracioso, nos hizo reir muchísimo.
Al escuchar las palabras de Hanon me llené de orgullo, estaba hablando de mis padres, que buenos eran siempre conmigo... siempre intentaban que todo saliera bien, que yo fuera siempre feliz...

Hanon y todos los demás chicos volvieron a sus casas, ya era muy tarde. Había recibido muchos regalos, pero uno me sorprendió más que ningún otro... el de Daisuke... me había regalado una caja de bombones en forma de corazón, adornada con una preciosa rosa roja, y una nota alrededor.
"Rosette... si el mar fuera tinta negra y el cielo tintero, no me faltaria papel para escribirte que te quiero.
Perdóname por no haber expresado estos sentimientos antes, pero creía que era imposible que pudieras corresponderme. Hoy has estado más bella que nunca, y me he atrevido a confesártelo por fin. Por favor... no me respondas ahora, piensalo...
Con mucho amor, felicidades Rosette...
Daisuke"
Daisuke era un chico de mi clase, siempre me había caído muy bien, y alguna vez sospeché algo, pero nunca pensé que llegaría a ser cierto, y tan serio... La verdad es que...
-Daisuke es muy guapo, e inteligente... pero... ¿por qué me ruborizo?...- pensé en voz alta.
Estuve en el balcón de mi habitación pensando sobre el tema durante varios minutos, mientras la suave brisa revolvía mis cabellos...
-Hay que ver el numero de estupideces que puede decir un estupido humano en una sola frase.-
-¡¿Quién está ahí?!- dije sorprendida al escuchar esa voz.
De pronto un chico saltó del tejado presentándose en mi balcón.
Abrí la boca sin emitir ningún sonido, me había quedado muda de la impresión.
-¡¿Quién eres?! ¿Y que haces en mi casa?- dije desesperada
-¿Yo? Un chico que ha salido a dar una vuelta y ha visto que este lugar era perfecto para poder contemplar la luna llena...-
-¡Vamos, fuera de mi casa! ¡Comenzaré a gritar ahora mismo!- exclamé algo asustada por el aspecto del chico.
-Acaso no quieres tu último regalo de cumpleaños Rosette- dijo el chico misterioso con una sonrisa.
-Có..mo sabes mi nombre... y... por qué sabes lo de mi cumpleaños... qué regalo...- comencé a ponerme muy nerviosa.
-Haces demasiadas preguntas. Dime, ¿qué es lo que más deseas en este mundo?-
-¡Eso a ti no te importa! Quiero que salgas de aquí ahora mismo ¡lárgate!- grité cerrando fuertemente los ojos.
-Esta bien, me iré pero eso que tanto deseas es el regalo que te había dicho, pero si no lo quieres, no tengo porque perder más el tiempo aquí con una cría.-
-¡Espera!- exclamé agarrándole por un brazo.
-Lo que más deseo... ¿quién eres realmente? ¿un genio o algo así?-
-¿Tan importante es querer saber quién soy? Jeje, no tonta, no soy ningún genio.-
-¡No me llames tonta, y mucho menos cría!- grité algo enfadada.
-Está bien, te diré quien soy, pero no te lo voy a decir aquí, tendrás que venir conmigo a un lugar. Más que nada porque no quiero que nadie se entere y luego te traeré de vuelta a casa, no pienses que te voy a secuestrar ni nada por el estilo; no me interesan para nada las niñitas.-
-Iré contigo, pero te advierto que como me vuelvas a llamar niñita, te demostraré lo mujer que puedo llegar a ser.- dije con un tono burlón.
-Je, ya me gustaría verlo. Bueno vamos, no está muy lejos.-
Aquel chico me agarró por la cintura, y me bajó hasta la calle de un salto. Dejé escapar un chillido, pero apenas él pudo escucharlo. Allí había una moto aparcada, él se acercó a ella, me tomó de la mano, e hizo que me sentara detrás. Me dijo que me agarrara fuerte, y acto seguido, puso la moto en marcha, y arrancó a toda velocidad. Tuve que aferrarme a él para no caerme, y cerré los ojos por el susto. Estuvimos varios minutos avanzando, yo no me atrevía a abrir los ojos, aún no me creía lo que estaba haciendo. Se trataba de un desconodido... ¿por qué quería ir a un lugar apartado para decirme quién era realmente?.
Por fin dejé de escuchar el ruido del motor de la moto; habíamos llegado.
Noté que se bajaba de ella, abrí los ojos, e hice lo mismo. Entonces dí un pequeño respingo al ver lo que se encontraba a mi alrededor; nos encontrabamos en un acantilado, desde donde parecía estar al lado de la luna. Se veía tan grande y tan hermosa...
-Dios mío... es precioso...- exclamé sin dejar de mirar el paisaje.-
-Eh, ah sí, bueno, lo que tu digas. Bien, pues me presentare: mi nombre es Axel Dayleght soy un demonio del clan Hellzarith y mi misión es la de hacer que tú y tus dos hermanas gemelas os encontreis...-
-¿Mis dos hermanas gemelas?.- repliqué interrumpiéndole.
-Sorpresa, así es, tienes dos hermanas gemelas.-
-Es imposible... soy hija única... y... tú eres...-
-Os separaron al nacer y os mandaron a cada una a distintos lugares, una al infierno, otra al cielo y otra al mar. La historia no me la conosco muy bien, pero vamos resumiendolo a pocas palabras, que eres especial igual que tus hermanas. Y si, yo soy un demonio.-
-No puedo creerte... suena a cuento de niños... y tú no puedes ser un demonio...- dije pensando en voz alta.
-Soy un demonio joven, todavía no he conseguido mis cuernos y mis alas... un momento, ¿y yo por qué te estoy dando explicaciones?-
En ese momento sentí miedo. No sabía si creerle, no parecía estarme mintiendo, pero... yo nunca había conocido a un demonio, y no sabía si se podía confiar en ellos.
-Axel... que yo tenga dos hermanas más, y seamos trillizas... ¿es algo bueno... o malo?- dije mientras me acercaba y miraba hacia arriba, directamente a sus ojos.
-Pues la verdad no lo sé, pero, ¿no es eso lo que tú tanto deseabas? Entonces será algo bueno, ¿no crees?-
-Tienes razón... pero aún no puedo creer que sea cierto lo que me dices... y dime, ¿por qué eres tú quien ha venido a decírmelo? aún sigo sin entenderlo bien... estoy tan... confundida...- susurré.
La vista comenzó a difuminarse, y mis ojos se llenaron de lágrimas, no podía evitar sentirme mal, impotente... siempre había querido tener hermanos... y ahora... tan repentinamente me dicen esto...
-Oye, no te pongas a llorar ahora, pues ni yo lo sé, pero ellos me lo ordenaron y nunca me he negado en ninguna de mis misiones. Y ésta es la de reunirte con tus dos hermanas.-
Me sequé las lágrimas con las mangas de mi pulover y sonreí.
-Perdóname, suelo ser así de tonta...... Axel por favor... llévame con ellas, quiero conocerlas si de verdad existen... por favor...-
-Claro, para eso estoy aquí- acabó la frase con una sonrisilla. -Vamos sube, te llevaré a tu casa que ya es tarde.-
Asentí y me subí nuevamente detrás suyo, rodeándole con mis manos para poder agarrarme bien.
Él al agarrarme hizo un gesto como de sorpresa pero luego volvio a poner la misma cara de serio y siguió conduciendo la moto.
-Bien ya hemos llegado - dijo frenando la moto en seco.
-Gracias Axel.- dije bajándome de la moto. -Podrías...- dije mirándo hacia mi balcón con la luz de habitación aún encendida.
-Ah si, claro, bueno pues mañana ya vendré a por tí e iremos a buscar a tus hermanas.-
-¿Y tú? ¿A dónde irás?-
-Y a tí que te importa, ya estás de nuevo con tus preguntitas. Pues por ahí, no se, algo encontraré.-
-Puedes quedarte... si quieres...- dije algo ruborizada.
-¿Estás segura de lo que acabas de decir? - pregunto Axel más sorprendido que yo.
-S-si...- respondí aún más ruborizada.
-Bueno no me lo esperaba, tampoco sabía a donde ir así que supongo que tendre que darte las gracias.- dijo un poco cohibido.
El me agarró y de un salto subimos a mi balcón, él se quedó parado, fuera se le veía algo incómodo...

*OUT* Wenu aki posteando de new! *-* muchisimas gracias a kike por rolear conmigo, espero que les guste a todos, besines! ^^ *OUT*

Yuna se reencarnó a las 1:53 a. m.